Volvamos a la premisa principal del cuerpo sano y cómodo.
Desde el punto de vista metabólico, si bien, nuestro ingreso calórico debe ser menor para lograr un descenso de peso,realizar un ayuno prolongado, implica que nuestro cuerpo "cense" que el ingreso energético es realmente menor e intente compensarlo con un descenso del gasto metabólico basal.
Es decir el cuerpo entra en un "modo ahorro" descendiendo el gasto metabólico basal .Esto nos exige cada vez más esfuerzo para continuar descendiendo de peso.
Esto es muy frecuente de observar en aquellos planes de alimentación muy bajos en calorías ( llamados very low calory diet o menos de 600 kcal diarias), los cuales no sólo disminuyen el gasto energético diario sino que no implican un cambio de hábito, ya que estos planes no son adecuados, suficientes ni sostenibles en el tiempo. De hecho, seguramente sólo conduzcan a un rebote de peso (dietas yo-yo).
Es frecuente observar, que en el intento de descender de peso, recurrimos a ayunos prolongados,o no realizamos el desayuno.
Esta conducta heroica genera "deuda de hambre" Es decir, que "acumulamos" hambre para la próxima comida, donde compensamos comiendo más.
Esto es en el mejor de los casos, ya que en general, terminamos "picando" o peor, pagando esta deuda de hambre con alimentos con alto contenido de grasa ( galletitas,snacks,fiambres)
Nuestro consejo es organizar y planificar su alimentación diariamente.
Respetemos nuestra señal de hambre, que conocemos como hambre de panza
No hay comentarios:
Publicar un comentario